martes, 30 de diciembre de 2008

11 avenida 4-40 zona 1


Esta es la Guatemala de los recuerdos donde ahora mora don Aníbal. La 11 avenida de la zona 1, entre 4a. y 5a. calles, donde vivía mi abuelita Mama Oli, es el escenario de esta nota. Antes del terremoto del '76, si alguien se dirigía a la dirección indicada, encontraba una casa antigua con un rótulo de Coca-Cola indicando la Tienda La Providencia, el negocio de Mama Oli que floreció y le dió prosperidad por más de 30 años.

No sé si haya fotos de la fachada de la casa de Mama Oli pero esta foto se tomó justo al lado del "zaguán", que era la entrada de servicio. Como buena casa de principios de siglo, había una entrada principal, que daba a la sala, grande y de techo alto, que era utilizada como negocio por Mama Oli. Al lado, un corredor ancho que daba a una puerta con arco. Ese era el zaguán, cuyo propósito se me hacía misterioso cuando era pequeño, porque era demasiado estrecho para un carro y muy ancho para pasillo.

Al fondo se ve el atrio de la Merced, cuando no tenía ningún enrejado para evitar la proliferación de ventas callejeras. Impresionantemente, se ven dos o tres cuadras sin un sólo carro. Ya quisiéramos tener tanta tranquilidad en el centro en estos días.

El carro de la foto era un Chrysler, línea indeterminada y de alrededor del año 1956. Era un carro grande y cómodo, de un color gris ratón con techo blanco, combinación de colores que lo hacía pasar inadvertido en ese tiempo. La dama frente al carro es mi mamá, doña Ethel, luciendo su esbelta figura veinteañera para el lente de don Aníbal.

La foto la tomó él. Tiene una anotación en la parte trasera indicando la exposición (1/100 s), la apertura del lente (11) y la distancia (10 m). En los años 50s y 60s, mi papá era un ávido fotógrafo y sus notas me indican que esta foto, más que un retrato de doña Ethel, era probablemente una prueba.

No hay anotación de fecha pero me imagino que se tomó alrededor de 1960. Para entonces, ya don Aníbal había convencido al amor de su vida de casarse con él, porque el Chrysler, en realidad el primer carro de mi papá, ya era un miembro de la familia.

Mi papá se graduó de moto a carro cuando la Contraloría de Cuentas le asignó un Jeep. De esa cuenta, la Hörer, que él apodaba "la Hocicona" no vió ya mucho uso y finalmente la vendió en perfecto estado. Alrededor de la época en que mis papás se casaron, mi papá se hizo de este carro, que lo compró usado y nos llevó a todos hasta que murió, de un desbielamiento, alrededor de 1966, a la madura edad de 10 ó 11 años.


Texto y fotografías bajo licencia Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Guatemala

2 comentarios:

Nancy dijo...

Qué hermoso post, cuántos datos escondidos entre los detalles de una fotografía vieja.
Te dejo un abrazo que envuelva a toda tu familia, incluidos don Aníbal, doña Ethel y Mama Oli

Zarek dijo...

Gracias Nancy por tus amables comentarios y feliz año!