domingo, 1 de marzo de 2009

La importancia de la constancia

Gracuación de la Escuela de Comercio - 13 de octubre de 1957. Don Aníbal es el tercero desde la izquierda.

Cuando escribí "Hace un año" se me pasó mencionar una cualidad de don Aníbal, que sí lo hice durante su funeral. Esa cualidad es la constancia.

Don Aníbal prácticó la constancia en muchos sentidos. Trabajó muchos años en la Contraloría de Cuentas, una institución que puede hoy sufrir algún descrédito pero en la que el honró su puesto. Fue constante en su amor y solidaridad con su familia, su pueblo, sus amigos y, por supuesto, su amor y cortejo de doña Ethel, con quién estuvo casado por 48 años.

En palabras de mi mamá, cuando le preguntamos por qué le hizo caso a mi papá, ella dice "Es que era muy insistente... "

Mi papá vino a Guatemala ciudad alrededor de 1947 (la fecha exacta se las debo, mi queridísima tía Alice me la dirá pronto...) Tenía, por tanto, unos 19 años. En Tejutla estudió la escuela primaria hasta el 5° año pero no había posibilidad de cursar el 6° y terminar la primaria. Así que al terminar el 5° se dedicó a trabajar, en Tejutla y otros pueblos de San Marcos. Mi tío Chuz (don Jesús Ruiz, también muy cariñosamente recordado), quien era el mayor de los 9 hermanos, le ofreció su casa y apoyo. Don Aníbal se aplicó a trabajar y estudiar el 6° año en jornada nocturna. Cuando lo terminó, ingresó a la Escuela Normal, estudió los básicos y luego pasó a la Escuela de Comercio a estudiar contabilidad. Todo esto, trabajando de día y atendiendo sus estudios en jornada nocturna.

El 13 de octubre de 1957 se graduó de Perito Contador. Abajo está la invitación:



Cuando fue su graduación, don Aníbal ya había conocido a doña Ethel y la había convencido de que fuera su novia. Doña Ethel, quien era entonces una esbelta patoja de 20 años, fue la invitada de honor a la celebración de la graduación, para la cual don Aníbal solicitó su colaboración a la tía Alice, esposa de mi tío Chuz, con quienes todavía vivía. Mi mamá dice que le costó que le dieran permiso pero mi papá fue (constante) insistente y allí conoció a la familia, mis tíos y mi abuelita Fide.

Desafortunadamente, mi papá no siguió estudios universitarios, probablemente porque en su familia nadie era graduado universitario y se dedicó a seguir trabajando y a la vida familiar. Pero, digo yo, ¿cuánta gente se conforma con lo que tenía en su pueblo y se queda con eso? Don Aníbal vino a trabajar y estudiar por la noche - y se graduó de perito contador. Llegó a ser uno de los contralores "senior" (creo que le inventaron el puesto, de hecho) en la Contraloría de Cuentas y fue jefe del departamento financiero del INTA, en los años 70.

Una lección para los hijos, nietos y sobrinos: la constancia y la perseverancia en el deber.


Texto y fotografías bajo licencia Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Guatemala

2 comentarios:

Nancy dijo...

No tengo que repetir lo mucho que me gusta este blog, porque estás dejando un legado hermoso a tus hijos. Así que te dejo un reconocimiento por tu hermosa labor bloguera. El premio está en mi blog.
Apapachos

Guatemalan Genes dijo...

Lo he visto por el blog the Luis F y me llamo la atencion este blog pues mi papa tambien se llama Anibal y comparto ese sentimiento de gratitud y admiracion que usted expresa hacia su papa!

Salud por la virtud de la perseverancia!